El viento de febrero llevó mi alma a un verano que se perdía entre la lluvia.
La soledad invadía la casa y se iba haciendo partícipe de mi rutina.
Los perros dejaron de ladrar, sólo dormían a mi lado las mismas horas que yo, con las miradas disueltas en mi llanto.
Yo ya no era, no estaba. El vacío y la congoja tomaron por completo mi vida, me dejaron así, como muerta en vida yaciendo delante de una realidad inventada.
No tengo fuerzas, no quiero seguir. es miedo, es cobardía, es desgano o es falta de ser?
Creo que no puedo, hoy no, no sé si mañana, si es acaso esto lo que me fue deparado, o si quizá esto es lo que yo escribí para mí.
6 comentarios:
Hola. Interesante entrada melancólica, me recuerda varios microtextos que escribí en blog el año pasado, por las menciones de la lluvia, los perros y -en algunos caso- el verano.
Quizás llegará un momento en el que se podrán ver los tigres en la lluvia.
Saludos, que tengas excelente día.
El día siguente la solidad desaparece y todo se vuelve a normal..
Saludos
la lluvia me agarro bailando en el corso
el vidrio de la pizzeria estaba como el de la foto
la murga es melancolica
solo 4 dias para enloquecer y criticar
un mes para bailar orgiasticamente es poco
como el amor, que debemos relegarlo para trabajar, comer, ir en tren y algunas cosas mas
volve mas seguido che
Sergio; la melancolía es parte de mí, tan dentro mío y tan yo que es imposible que no esté tras cada texto mío.
Voy a revisar su blos, a ver que encuentro: melancolía+ lluvia+ perros...que mezcla!
Un abrazo
Tatuagem: así es, una vez que nos acostamos todo ha terminado, al día siguiente la rutina se encarga de borrar todo.
Un beso
furgoner: allá lejos ha quedado el carnaval, la lluvia se ha llevado las risas, los tambores y el color...
Me gustó lo que ha escrito, de pronto me lo imagino bailando...
Estaré x acá, tengo mucho para compartir.
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