Insomnio

Pienso donde no soy y soy donde no pienso. Aún no encuentro el porqué. Comencé a amar hasta los momentos más tontos de la vida. Río hasta con el detalle más ínfimo.
Ya no tomo las cosas con tanta ansiedad, aunque por momentos sufro una recaída y mi preocupación se apodera de mí.
(No es tan fácil lograr lo que uno quiere...)
Me ha sacado horas de sueño. Doy mil vueltas en la cama y es lo mismo.
Quiero llorar, este desprendimiento me provoca una angustia torturadora. En medio de eso, me busco, grito mi nombre y espero escucharlo; el sonido no se propaga, hay un vacío.
Todo ocurre como en cámara lenta. Allá, en un rincón, acurrucada, estoy yo. Sólo sucede que no llego, pero al menos puedo verme

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