Depto en ocaso


Luna de fines de octubre
una espera interminable
los ladridos de los perros
el bullicio lejano.

El frío de la noche
un cuerpo cansado
la televisión y su murmullo
una silla vieja en un rincón.

Sopa esperando sobre la mesa
un cuadro recién pintado
flores escondidas hasta mañana
vecinos que charlan...


El sueño da sus primeros indicios
un celular que no suena
uñas rojas y crema de mano
pies entalcados sobre la cama.

Una ventana entreabierta
habitacion de lavanda
zapatillas descansadas
el canto de ua lechuza.

Las hojas del gomero
y un grillo que chilla de fondo
olor a tierra mojada
y un gato que camina en el techo...

Noviembre eterno...3

Y un día te fuiste, tras la brisa calurosa de un diciembre denso y odioso.
Nunca fue tan complicado, nada acaso fuera más difícil.
Dónde se fueron tus palabras, tus dibujos, tu música?
En dónde te quedaste, que jamás nunca supe cómo volver a encontrarte?
Qué nos pasó, qué hizo que lo nuestro no fuera?

Mis huídas, nuestros encuentros extrañados, distantes, escondidos, mágicos.
Nuestras escaleras están en el mismo lugar, a veces paso, te busco, como si estuvieras allí, esperandome para sorprenderme...Llegué ese día nefasto, como dijimos días antes,
esperé como siempre a tus pasos sigilosos,
pero no te apareciste ahi, ni en ninguna otra parte.

No me has extrañado? Acaso esto es mentira o aquello otro lo fue?
No me resigno a quedar sin explicación alguna, me detengo en cada detalle,
cada palabra, si alguna alusión hizo que llegara a este desenlace. No encuentro nada, sólo preguntas.
Llevo mi atril a nuestros lugares, pinto tu pelo por entre el paisaje, oculto tu risa tras lo verde del Parque, encuentro tus ojos reflejados en el río, transparentes, tibios, y el perfume del verano se lleva para siempre nuestro amor y se pierde por completo entre la espesura de los árboles.

Noviembre eterno...2

El sonido de tu voz en el eco del silencio
las risas opacadas por desencuentros varios,
la invasiva ansiedad que domina nuestros actos,
los ojos lluviosos y atormentados,
lo que no podrá ser y no será jamás.

El juego de nuestras miradas risueñas,
nuestras manos húmedas escondidas en el mundo,
la sombra de los árboles cubriendo los latidos,
la brisa y los perfumes llevando nuestras almas,
el baile es ahora interminable...

Tu cabeza despeinada,
la caricia de tu voz en mi oido,
tu respiración perdida con la mía,
nuestros cuerpos atentos y expectantes,
y un noviembre que no creía en despedidas

Las caminatas frías, los besos, la agonía;
los dibujos, el libro y mucho champagne,
otra placita, otro banco, miles de promesas;
Y el pintor apuñala a su amada...
por celos, por rabia, o por amor?




Noviembre eterno...

Poca gente en las calles,
las luminarias no cierran aun sus ojos,
nuestras miradas no necesitan de nada más,
la complicidad es nuestra única compañía.

La Plaza nos esperaba
un banco fue testigo de nuestro primer beso
tus ojos me dijeron todo,
pregunté de todos modos y me perdi por completo.

Qué hacemos ahora, eso cambió todo
mi vida dejó de ser eso que era
ya no era dueña de mis actos
sólo vivía porque estabas.

Ese noviembre en tarde fue eterno
apenas si me recordaba.
Las caricias, la ternura
con tus abrazos moría mi dolor.

Las risas, las sábanas,
el rock en el aire...
El grafito de tu lápiz
y un dibujo con mis manos.

Recuerdo la ultima vez, a tu cuerpo pegado a mi,
la eternidad de tu cariño y tus ultimas palabras...
Nos dijimos chau con mirada triste y perdida
y fue en ese instante en que te perdi para siempre.

Jamás entendí el porqué
sólo sé que me dejaste ahí sola
Y a tu regreso ya no eras vos
no sé quién eras, te quedaste donde te fuiste.

Pasó tiempo hasta que hablamos
nunca vlviste a ser igual
no sé acaso si me odiaste,
ni yo porque no dejaba de amarte.

Y me fui llorando por las calles
mi alma quedó en una de las esquina.
Eso que fui con vos no fui más
esa parte es tuya, de nadie más.

Hoy te miro desde lejos y vos a mi,
sé que no podés conmigo si estoy cerca.
Y en ese instante dejás de ser eso para ser vos
y yo no soy la misma que ahora para volver a ser tuya.

Estudiando...

Rayos, lluvias y truenos
Sinfonía de sonidos
El patio, las flores
el verde, el cielo.

Lágrimas en la ventana,
papel y birome negra
el frío, la bufanda,
medias mojadas y alpargatas.

Girasoles y mate,
mis pies cerca del fuego.
El subrayado y los colores,
la carpeta, mis anteojos.

El sueño y el cansancio,
los espejos del ropero,
cama ruidosa de antaño,
mesita de luz de mármol.



Poema que encontré entre mis papeles en la época en que empezaba la Universidad, cuando iba a cas de mi tía Olga y llevaba mis apuntes allá.

Der andere tod

Como si doliera menos, como si sentir el frío puro del invierno anulara la anguistia.
No es temor de morir, sino el advenimiento de la muerte misma; sentida en el alma en su plenitud, desgarrando cada sueño, cada ápice de esperanza, allí sólo hay desconsuelo; la desolación completa de sensaciones.
Se escucha de lejos un latir infinito que resuena en la habitación como un eco ominoso.
No hay nada más, todo está putrefacto, roído y falto de vida.
Sólo queda el cuerpo, inerte y sin aliento. Yace sobre la cama pidiendo en un llanto sin sonido el inminente fin, la destrucción de cada célula de lo que antes fue.

Mayo...

El hastío de los días...................................................................cansada ya de todo esto
el crujir de las hojas amarillas,..............................................................prefiero el otoño
el sol agotado a las 18,30;.....................................................................se me va la tarde
el sueño de la solapa,...................................................................................sigo acostada
la lentitud de la noche,..................................................................y no me puedo dormir
el llanto de la quietud,.................................................................una angustia estancada
la inteligencia holgazana,.................................................................es lo que lo que soy?
la espera agonizante,..........................................................................parece nunca llegar
la amargura incipiente,......................................................................o aparece porque sí