Alba

Parte de mí murió temprano, no recuerdo bien la hora, sólo sé que hubo un intento por perdurar en esta vida, seguir respirando.
Con el último aliento apenas si pudo dejar correr una lágrima angustiosa y tímida, como grito desesperado ante el fin inminente.
No había más que hacer, el dolor era punzante, producía un ardor indescriptible. Todo en instantes parecía vano. Un silencio que aturdía recorría la habitación demorando llevarse ya a su presa elegida.
El todo y la nada conjugados haciendo un festín de la presente víctima del alba.
Allí se iba, no quise despedirme, sólo podía llorar, me costaba acaso creerlo, no me lo permitía.
La había visto secarse, perder de a poco su esplendor, su esencia.
En el último tiempo era algo que penosamente trataba de regenerarse, tal vez, no lo sé; hablábamos muy poco ya.
No sé bien que hacía, me evitaba, supongo que se ilusionaba por momentos, recuperaba viejos recuerdos, sueños, pensamientos... y de algún modo yo la había traicionado.
Antes solíamos ir a todas partes juntas, respirábamos el mismo aire, disfrutábamos mucho, pero de a poco ya no quiso ser parte mía.
Mis decisiones fueron de a poco alejándola hasta convertirla en esa espeluznante cosa acurrucada y llena de melancolía.
Miro por la ventana, extrañada de su ausencia, como inerte hacia el trascurrir de los minutos.
No he comido desde que sucedió, no siento ganas. Cierro los ojos, busco dormir.
Con el tiempo no será más que un sueño extraño que tuve cuando creí que había desaparecido al despertar...

Casi 27...

La estasis de la rutina me absorbe hasta mis adentros, me lastima uno a uno los sueños que alguna vez tuve. Es acaso esto una virtud o un defecto de la vida burguesa?
El opio de la cotidianeidad se ha llevado consigo parte de mi juventud, esas ganas eternas de fantasias incontenibles en lugares extraños e inusitados.
No quiero dormirme ya en la falacia de lo que debo ser para los demás,...quiero ser para mí primero: Pensar de pronto que el destino es la continua sucesión de los acontecimientos creados sólo por mí y no por quien dice ser acaso mi creador de antemano.
Emergeré acaso otra vez yo?... algo de mi dejara de morir día a día para que nazca esto que veo en el espejo?
Vagos recuerdos de mí hacen de deja vú mientras pasan las horas de otro día más.
El ruido de lo que no es satura mis oídos, no encuentro explicación razonable aun, dejé hace años de conectarme con lo realmente importante para ser lo meramente necesario para la subsistencia de una especie que falló desde sus principios...
Detrás de todo, está la esencia de mí, la infinita cantidad de microorganismos que formarán en conjunto eso que deseo, eso que pulsa desde lo profundo, y que estallará y no tendrá fin...

Le llamaron Iberia...

Recuerdo que la encontraba cada tarde, luego de su merienda. Perdía su mirada hacia una gran nada. Se sentaba junto a la ventana por horas, con un camisón lavanda con flores blancas. Nada parecía poder quitarla de esa constante perplejidad.
Atrás habían quedado sus sueños, su corazón había dejado de latir fuerte, sólo tenía un movimiento constante, pausado y casi imperceptible.
En la Institución nadie sabía cómo había llegado allí, en un principio, los profesionales de guardia la diagnosticaron como depresión profunda, con síntomas de catatonia. Al día siguiente en una entrevista con psicólogos y psiquiatras se determinó que era sorda en realidad; pero las semanas que siguieron a su internación una celadora oyó llorar a la mujer mientras balbuceaba un nombre, así supieron de pronto que el cuadro que se presentaba era cada vez más raro.
Jamás de ella se escuchó una queja, siempre acudía a los horarios pautados, y tras eso la esperaba el rincón, al finalizar el pasillo, que daba a un jardín sin flores. Escribía frases sueltas a la hora del desayuno en servilletas de papel, y cada una de ellas encerraba más y más el misterio de su existencia...


El dolor se sincera con mi alma, se apodera de mi sentido y me produce una fuerte punción en el pecho.
Mi garganta se seca, mis ojos progresivamente se llenan de lágrimas hasta que inundan por completo mi mirada que se ha perdido en el horizonte esperando verte llegar.
Es recién ahi que noto la angustia de significar tan poco para vos, ser día a día ser eso que te satisface y a la vez evitas; eso que llena tus espacios y vacía a la vez los míos.
Porqué crees que puedo ser feliz acaso en un paisaje que esté ajeno a tus ojos...?
Aunque parezca exagerado, precipitado y fuera de toda lógica te siento dentro mío, te pienso; lo que hace que me desgarre y muera segundo a segundo a la espera de tu abrazo.