Sábado antes de Pascua

 Crujido de girasol
un juego de solitario empezado,
los perros y su siesta larga,
mi desvelo de la tarde entrada en noche.

El techo cada vez más cerca,
los ruidos que crecen,
el mensaje que no llega,
otro sábado perdido

No quiero levantarme,
esta remera gigante ya es parte de mi.
El acolchado no quiere soltarme
y las sábanas tibias piden que no me vaya,

Cómo resistir a tal mandato
la pereza se ha vuelto mi hermana
No hay risas ni llanto, sólo estasis.
Hasta la tinta se detiene, no escribe más.

6 comentarios:

furgoner dijo...

ideal para lluvia

Etienne dijo...

Ideal para siesta con día de lluvia con el amor retozando ahi al alcance de una caricia.

Eleanor Rigby dijo...

furgoner: es justo para estos días fresquitos de lluvia que se están viniendo...

Eleanor Rigby dijo...

Etienne: le pegó el romántico, eh...

Si he trasmitido eso, bienvenido sea...

las siestas son unicas en momentos así.

Sergio a.k.a. The Question dijo...

Hola. Otro bonito texto que refleja varias sensaciones y sentimientos. He tenido muchos sábados así, un tanto melancólicos o demasiado tranquilos en los que no quiero realizar nada. Me gustó aquello de "Hasta la tinta se detiene, no escribe más".

Saludos, que tengas excelente día.

Eleanor Rigby dijo...

Sergio: Sabe que ese verso es el que más me gusta???

Los sábados son raros... muchos muy alegres, otros así de melancólicos.

Buena semana para vos!