Tan suya, como mía...

No sé bien si fue tras la ultima charla que tuvimos camino a mi despedida, o si fue la por cómo lo miré a los ojos de frente mientras compartíamos la almohada, o la vez que logró que mis palabras tropezaran porque no evitó sonreirme en ningún momento y decirme cuánto recordaba del tiempo juntos...

Siento a veces cada una de las minúsculas partículas que forman su piel rozando con la mía mientras mi cuerpo se estremece a cada recuerdo de su voz, puedo aun sentir su perfume.

No me gusta decir adiós, ni que esté tan lejos a veces, y que me haya dejado sola sintiendo esto, y pensando si me habrá olvidado, si yo acaso fui o soy en su vida sólo una situación, un instante o si acaso le soy un tanto importante, si puede seguir sin mi presencia, o si alguna vez me necesitó.

Todo eso me pregunto mientras lo siento, sabiendo que fui suya, tal como el lo piensa...

2 comentarios:

Mariela Torres dijo...

Muy bonito, muy nostálgico, es así cómo se siente el amor perdido.

Besos.

another knife in my hands dijo...

Me gustan las cosas que escribis.
Mas que nada el texto anterior :)
Que andes bien, beso.